1941

Steven Spielberg dominaba Hollywood: había realizado en seguidilla Reto a muerte, Loca evasión y, sobre todo, Tiburón y Encuentros cercanos del tercer tipo. Conoció a dos jóvenes guionistas con muchas ideas cómicas: Robert Zemeckis y Bob Gale, que le llevron la idea de una comedia desaforada que imaginaba un ataque a Hollywood por parte de los japoneses en plena paranoia post Pearl Harbor. Así surgió 1941, que lleva al extremo muchos de los lugares comunes del cine de la Segunda Guerra pero los hace estallar (literalmente) en pedazos a pura desmesura. Y representó el primer fracaso gigantesco de Spielberg (spoiler: se refugió rápidamente en la dirección de una peliculita de aventuras llamada Los cazadores del Arca Perdida). Hay que revalorizarla, especialmente por lo que Belushi como un piloto de guerra totalmente loco, y Aykroyd, como un soldado totalmente alienado, aportan a modo de ruptura. Claro que es también un gran espectáculo (tiene una de las mejores secuencias musicales-narrativas del cine de Spielberg) y de un desprejuicio que el director no volvería a tener por muchísimo tiempo.

Actividad no arancelada para residentes argentinos. Reservas en Entradas BA. Sujeto a capacidad de sala.