Esta exposición colectiva busca narrar la historia de los 45 años del Centro Cultural Recoleta a través de un cruce entre dos universos que se desarrollaron profundamente en la institución: el de las artes visuales y el de la historieta, el cómic y el humor gráfico. Los 38 artistas presentes en la exhibición utilizaron herramientas visuales pero también recursos del humor como la sátira, el grotesco y la parodia para dialogar con sus respectivos contextos, desde finales de la dictadura hasta la actualidad.
La muestra cuenta con obras de Marcelo Alzetta, Rodolfo Azaro, Ernesto Ballesteros, Muriel Bellini, Alfredo Benavidez Bedoya, Fernando Bedoya, Azul Blaseotto, Patricia Breccia, Lucía Capozzo, Andrés Cascioli, Guido Contrafatti, Laura Códega, Ana Eckell, Fermín Eguía, Clara Esborraz, Dana Ferrari, Lautaro Fiszman, Grupo Etcétera, Monica Heller, Nora Iniesta, Martín Kovensky, Sergio Langer, Lux Lindner, Alfredo Londaibere, Porkería Mala, Gustavo Marrone, Ad Minoliti, Fátima Pecci Carou, Marcelo Pombo, Flavia da Rin, Sonia Ruiz, Diana Teira, Amanda Tejo Viviani, El Tripero, Frank Vega, Franco Venturi, Marta Vicente, Mariel Uncal Scotti.
La exhibición presenta piezas de diversas materialidades como pinturas, dibujos e instalaciones que se agrupan en tres grandes núcleos temáticos para buscar las coincidencias e influencias recíprocas entre el mundo de las artes visuales y el de la historieta. Así la Sala 7 reúne obras en torno a la Sátira carnavalesca, la Sala 8 en torno al Grotesco social y la Sala 9 en torno a Parodias políticas.
Visitando obras que atravesaron la historia del Centro Cultural Recoleta, la exposición rinde homenaje a artistas que no tuvieron miedo de cruzar los límites disciplinares y dialogar con otro tipo de imágenes para dar una opinión sobre sus contextos inmediatos.
El curador Marcos Krämer afirma: “Desde sus inicios en 1980 el Centro Cultural Recoleta siempre mantuvo el perfil que lo ha hecho gravitante para la vida cultural de Buenos Aires alojando a lo largo de su historia cientos de exhibiciones de artistas visuales jóvenes y consagrados y creando también un espacio exclusivo para el universo de la historieta, el cómic y el humor gráfico, inédito para la cultura de la ciudad. Lluvia ácida se arriesga a buscar los cruces entre esas disciplinas cuyos ecos, influencias e intercambios han sido y aún son recíprocos”.
“La exposición se mueve en ese vaivén constante, atravesando la sátira, el grotesco y la parodia, y homenajeando a aquellos y aquellas que colaboraron con el Centro Cultural para enriquecer la escena cultural de la ciudad. La muestra ofrece una mirada parcial, aunque elocuente, de la historia de una institución icónica de Buenos Aires que ha albergado las imágenes más disruptivas, audaces y contemporáneas, las que mejor leyeron sus respectivos contextos para deformarlos como caricaturas, con una ácida desfachatez que parece caída del cielo”, agrega.
Marcos Krämer es curador, licenciado en Historia del Arte y poeta. De 2017 a 2022 trabajó como curador en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, donde realizó diversas exhibiciones, y anteriormente se desempeñó en el Museo Nacional de Bellas Artes. De manera independiente ha trabajado con distintos artistas de la escena local llevando adelante exposiciones individuales y colectivas. Es docente en la carrera de Artes de la UNSAM. Publicó un libro de ensayos y tres libros de poemas.
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